El pasado día 16 de septiembre tuvo lugar en la ciudad de Boston un homenaje dedicado a los grandes del jazz que ya no están con nocotros, con Ella Fitzgerald a la cabeza entre otros. Sensual y carismática, Ella Fitzgerald (Newport News 1917, Beverly Hills 1996) y su inconfundible estilo, nos envuelven por completo en canciones como "Oh lady be good"-toda una revelación comparada con el elegante y rápido scat que caracterizó sus directos durante décadas- o "Its a pity to say goodnight" - en la que el toque swing que Fitzegerald alcanza su punto álgido-. Escuchar hoy a Fitzgerald supone una vuelta al romanticismo musical de los años cuarenta: sencillamente el tiempo se torna más lento con esta serie de melodías, que representan el ocaso de una época en la que las estrellas eran estrellas y la música música.
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